vásija arte helénico

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6/28/2022

masones por todas partes









Los masones,del gobierno del PP-PSOE,así como de la Jefatura del Estado español,Juan Carlos y Felipe de Borbón,estos últimos miembros de la orden de la Cruz de Malta,también masones Mario Conde ,y alberto ruiz gallardón,que fue ministro del interior de Rajoy,


 El también masón,Adolfo Alonso Carvajal,abogado del padre de los hijos de Juana Rivas,y miembro de del colegio de abogados de malaga,miembro del PSOE,y candidato a dirigir el gran oriente español

1/07/2022

 

Felipe González, el socialista aupado por Carrero Blanco y la CIA

Esta semana se cumplen 40 años del Congreso de Suresnes, aquel que acabó con los principios marxistas del PSOE y lo abrazó a la socialdemocracia capitalista impuesta por EEUU y Alemania

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Hace una semana, asistí al Teatro del Barrio para ver "Autorretrato de un joven capitalista español", del actor y director Alberto San Juan. En este intenso monólogo de hora y media, San Juan habla de su vida para hablar de la historia negra de nuestro país desde su nacimiento en 1968 hasta hoy. "Tengo mi dinero en uno de los bancos más importantes de este país, que es un banco que especula con alimentos. Entre otras actividades. Hace unas semanas estuvimos cenando juntos un grupo de amigos y pasamos la velada hablando de las injusticias que están ocurriendo. Cuando trajeron la cuenta, cada uno sacó su tarjeta de algunos de los bancos más importantes de este país, que son bancos que especulan con alimentos, echan a la gente de sus casas o comercian con armas prohibidas. (…) Sé que vivo en una sociedad injusta hasta la crueldad. Y quiero que cambie.

Pero no sé si estoy dispuesto a arriesgarme a perder en el intento todo lo que tengo. Quiero conservar mi fama, mi cotización comercial, mis propiedades. Estoy hablando en serio. Soy un joven capitalista español".

Con este prometedor arranque comienza el monólogo de San Juan que tiene bastantes momentos álgidos, casi todos conocidos por quienes intentamos leer un poco más allá de la Historia Oficial, pero algunos realmente tan sorprendentes que podrían parecer conspirativos. Especial interés despertó en mí el pasaje que relataba la refundación del PSOE en aquel Congreso de Suresnes que proclamó a Felipe González como secretario generalCongreso de Suresnes de la formación en 1974 y que marcaría el fin de su ideología marxista-leninista para abrazar los principios de la socialdemocracia capitalista.

Explicaba San Juan que en 1973, un año antes de llegar a Suresnes, el entonces desconocido Felipe González se reunió con José Folguera, uno de los líderes de la clandestina Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT). En aquel encuentro, explica San Juan que González aseguró a Folguera que el programa electoral del futuro PSOE tendría varias líneas ineludibles: nacionalización de toda la banca, nacionalización de las grandes empresas (agua, luz, combustibles…), juicio a los dirigentes franquistas y vaciar las cunetas de republicanos asesinados y recompensar a sus familiares, entre otras medidas casi revolucionarias para ellos años en los que el Caudillo expiraba sus últimos alientos. Cuenta San Juan que Folguera se sorprendió tanto que no le quedó más remedio que preguntar a ese joven y desconocido andaluz: "¿De verdad que el PSOE va a hacer todo eso?". A lo que el otro, orgulloso, contestó: "Sí, porque estás hablando con su futuro secretario general".

Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros. Parece que en Suresnes, Felipe González aplicó la máxima de Groucho Marx sin apenas despeinarse. Entre los viejos dirigentes de la ORT parece que todavía se habla de aquel "antiguo Felipe". Pero, ¿qué motivó a que el PSOE no solo se apartara de aquellos dignos principios sino que rompiera con ellos sin ningún tipo de escrúpulos?

El periodista Alfredo Grimaldos, además de ser un magnífico crítico flamenco, es también un gran investigador. Y en su libro "Las claves de la Transición (para adultos)", explica el por qué de este importante viraje. Parece que San Juan revive parte de este emocionante relato en su monólogo.

"No es verdad todo lo que se ha dicho de la Transición. Como eso de que el rey fue el motor. Ni Suárez ni él fueron motores de nada, solo piezas importantes de un plan concebido al otro lado del Atlántico.

Todo estuvo diseñado por la Secretaría de Estado y la CIA". Este testimonio, recogido en el libro, pertenece a Manuel Fernández Monzón, que fue portavoz del ministerio de Defensa y uno de los generales más conocidos de la transición. Cuenta este oficial retirado que el SECED (los Servicios Secretos de Carrero Blanco –hoy conocido como CNI-), coordinados por la CIA, dieron los pasaportes oportunos a Felipe González, Alfonso Guerra, Manuel Chaves y compañía para cruzar la frontera e, incluso, escoltaron a los jóvenes socialistas hasta Suresnes.

Fernández Monzón era entonces capitán de estos Servicios Secretos: "El SECED expide los pasaportes que permiten a Felipe González y a los suyos viajar a Francia y escolta al emergente político sevillano hasta Suresnes. En un restaurante de la calle madrileña de Santa Engracia hablamos con Felipe González, en presencia de Enrique Múgica, para garantizarle su viaje a la ciudad francesa. Otros compañeros se entrevistaron con Nicolás Redondo que entendió enseguida que debía ceder el puesto a un secretario general más joven y con otras características", asegura.

Parece ser que un tal José Faura, entonces oficial del SECED franquista, tuvo un destacado papel en aquellos acontecimientos. "Parece que contaba los chistes más graciosos", bromea Alberto San Juan en su obra. Fuere por lo que fuere, el tal Faura llegó a general y fue Jefe del Estado Mayor del Ejército veinte años después con Felipe González como presidente del gobierno. Y se mantuvo en el cargo hasta 1998, siendo el general que ha mandado durante más tiempo al Ejército español desde la muerte de Franco. ¿Casualidad?

El por qué de este apoyo claro del Franquismo y de EEUU a la refundación del Partido Socialista es fácil de entender. En los años 70’, con el Mayo del 68' en la retina y la Guerra Fría en pleno retroceso, era comprensible que la CIA sospechara que tras la muerte de Franco, España –asfixiada tras 40 años de dictadura fascista- decidiera abrazarse a los principios socialistas que todavía emanaban de la antigua URSS. Por eso, se volcaron en organizar una Transición lenta, orquestada y supuestamente plural con la legalización de los partidos políticos. El único objetivo era que el nuevo PSOE ocupara el espectro de la izquierda, aniquilando al Partido Comunista de España que en aquel momento era quien verdaderamente tenía el apoyo social y estaba protagonizando y organizando las luchas en la calle.

Pero, ¿cómo dar peso a ese apoyo? Si en algún momento saltaba a la luz que Suresnes había sido preparado con el apoyo del SECED y de la CIA, la estrategia podría venirse abajo. "Le pedimos a Willy Brandt, líder del partido socialdemócrata alemán, que le diera la patente al sector renovador del PSOE. La operación salió perfecta. Felipe González fue el hombre más importante de la Transición y el que mejor la comprendió. No tuvo ninguna duda de que había que conservar la monarquía", explica Fernández Monzón. Añadiría que salió más que perfecta, pues en Suresnes también estuvieron François Mitterrand –líder socialista francés- y Bruno Pittermann, presidente en ese momento de la Internacional Socialista. Desde ese momento, la socialdemocracia alemana de Brandt y la CIA se turnaron en la dirección de la Transición española para aniquilar así a la izquierda comunista que se vio ahogada, sin fuerza y sin el apoyo suficiente para reconquistar el lugar que el PSOE le había robado. Sin embargo, el PSOE no tuvo solo que romper con sus principios, sino con algunas de sus promesas estrella, como la negativa a formar parte de la OTANnegativa a formar parte de la OTAN. Además de dar vía libre a EEUU para que llenara nuestro país de bases militares algo  a lo que se oponía Carrero Blanco y que, aseguran, le costó la vida. 

La próxima semana se cumplen 40 años de aquel Congreso que elevó a Felipe González a la cumbre de la socialdemocracia española a la vez que tumbaba los principios marxistas del partido que, desde que alcanzara el poder en 1982, se ha turnado con el Partido Popular en el Gobierno de España, siempre bajo las órdenes de EEUU y Alemania. Gracias a esta Transición orquestada, las víctimas del franquismo nunca fueron honradas y sus verdugos no recibieron el justo castigo que merecían. Y es que choca que solo un año después del cruel asesinato de Salvador Allende en Chile, amparado por el capitalismo impuesto por EEUU y su Escuela de Chicago, el PSOE español abandonara los principios socialistas para abrazarse a Milton Friedman y sus políticas neoliberales y privatizadoras. La jugada les salió bien. Han copado el poder desde entonces y han robado a manos llenas. Por eso, supongo que celebran tan felizmente la efeméride. Por suerte, ya no engañan a casi nadie.

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3/17/2021

Estados Unidos se afianza en su decadencia ,como hiperpotencia,

LIBREPENSADORES

Estados Unidos, en decadencia

Jacinto Vaello Hahn


 Jacinto Vaello Hahn
Publicada el 26/10/2020 a las 06:00
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Demasiados rasgos de la sociedad estadounidense incitan a hacer un balance negativo; cada año que pasa se le desgarran más las costuras. Y esto es una invitación a identificar sus debilidades, como mínimo para no caer en la tentación tan habitual de la emulación irreflexiva.

Hay situaciones que de puro metafóricas incitan a su utilización caricaturesca; así, una noticia del 4 de junio de 2019: Nueva York pierde la guerra contra las ratas. Y hay otras situaciones que abruman pero nutriendo la misma imagen patética: ¿Por qué mueren tantos presos en EEUU?. Ambas constataciones conducen a una posible conclusión única: hay demasiadas ratas y demasiados presos. Se mire como se mire, son signos inequívocos de decadencia.

En clave más seria, hay que dirigir la atención a la trayectoria política errática, a la estrategia económica plagada de decisiones contradictorias, al esfuerzo inútil por imponer una presunta superioridad militar, a la acumulación de signos de degradación social y, por último, a la impresión general creciente de que con esta suma los problemas se acumulan sin solución a la vista. Y, desde luego, la Presidencia de Trump no es el mejor antídoto para tantos males, sin siquiera aludir al ridículo internacional que desacredita a la ya pretérita superpotencia.

Repasando: trayectoria política, estrategia económica, posición militar y estado de la sociedad son los asuntos a considerar de forma prioritaria. Esta era, más o menos, la suma de ingredientes para ir configurando un balance sintético a mediados de 2019. Pero es que ya a fines de 2018 se acumulaban los datos negativos y los peores presagios; si uno los quería ver, claro. Al menos eso fue lo que quise comunicar con Los Estados Unidos al borde del abismo.
 
A comienzos de 2020 irrumpe bruscamente la pandemia del coronavirus. Y lo que iba tomando forma en 2018 y 2019 de manera ostensible, se termina consolidando y, sobre todo, ahora sí va más allá de una imagen variopinta y acaba completando un cuadro social patético. Todo empieza a ser cuestionable y todo empieza a ser cuestionado.

Grandes números y sucesivos acontecimientos reflejan el declive. Un análisis coyuntural nos dice que los fallecidos por la pandemia en septiembre de 2020 rondan los 200.000; también nos dice que se produce una movilización antirracista tras el "no puedo respirar". La incapacidad de reacción de la sociedad -del Estado, en definitiva- se pierde entre los rasgos de la historia reciente: el fracaso viene de lejos, no es un acontecimiento sorpresivo. El racismo es consustancial a la sociedad norteamericana. No son accidentes en un recorrido triunfal, son demostraciones de que asistimos a la decadencia de una sociedad que ha ido acumulando deficiencias colectivas de todo tipo.

Aritmética sencilla. En EE.UU. hay 88 armas por cada 100 personas. Con este armamentismo, un estadounidense tiene 11 veces más probabilidades de morir por un disparo que en cualquier otro país desarrollado. Literal, "morir por un disparo", que puede ser matonismo, suicidio o accidente.

Estados Unidos encarcela a medio millón de inmigrantes; ha construido en los últimos 40 años el mayor sistema de detención de inmigrantes de la historia de la humanidad. Además, se trata de un gran negocio, la boyante industria de las cárceles privadas. Entendido: cárceles privadas son aquellas que constituyen un negocio para alguien, no un sistema público de protección de la sociedad.

Las cárceles norteamericanas albergan una población de casi 2,5 millones de presos; en comparación, los centros penitenciarios españoles acogen a menos de 50 mil presos; guardando las proporciones con la población total, tendrían que ser unos 340.000. Más presos por habitante que cualquier otro país, y con una tasa de mortalidad sin equivalente: unos cinco mil cada año.

Apuntes sociales: la mortalidad de los estadounidenses blancos de mediana edad se ha disparado desde comienzos del siglo XXI. Un informe de dos profesores de la Universidad de Princeton pone de relieve este hecho, sin parangón en otro grupo demográfico de Estados Unidos ni en ningún otro país desarrollado en la historia reciente. Según el estudio, la mayoría de las muertes se deben al suicidio, la cirrosis y el envenenamiento por alcohol y consumo de drogas. Unas cifras conocidas ilustran el desastre: cada año mueren unas 70.000 personas por sobredosis, unas 40.000 por accidentes de tráfico y otras 40.000 por disparos de armas de fuego.

Pandemia, ¿qué pandemia? Trump se ha encargado de desmentir la ocurrencia y ha mantenido esta estupidez hasta que las cifras de contagiados y fallecidos lo han arrinconado.

Para resumir se puede apelar a lo dicho por el alcalde de Baltimore, que pidió el cese de los tiroteos porque necesitaban camas para atender a los enfermos de COVID-19. Decía: "No toleraremos tiroteos masivos ni un aumento de los delitos".

Síntesis social sin equivalentes en el mundo occidental.

Potencia militar: En Anatomía del fracaso: por qué América pierde todas las guerras que comienza, se hace un recorrido detallado, que responde a la pregunta de cómo "la mayor máquina militar de todos los tiempos" es inútil para resolver las guerras en las que sus gobiernos la emplean a fondo. Y expone tres razones principales. Elección de líderes poco cualificados que alcanzan una “incompetencia estratégica del más alto nivel”; decisiones estratégicas que deberían estar en manos del presidente y sus asesores civiles, en lugar de dejarse en manos del Pentágono; por último, un factor especialmente crítico es el desconocimiento de la cultura del enemigo. Es decir, nos están diciendo que opera aquí un cóctel explosivo de ineptitud política e incultura general, ingredientes de mucho peso en la trayectoria decadente del país.

Democracia representativa y deformaciones interesadas, bloqueo político. Cada Estado de los Estados Unidos de Norteamérica puede delinear a su antojo los distritos electorales y modificarlos sin grandes requisitos formales. Modelo muy favorable para los partidos políticos hegemónicos. Pero, además, el tradicional bipartidismo estadounidense cuenta con otra baza para no perder el dominio de la situación; en un país de régimen presidencialista, las elecciones presidenciales son indirectas, es decir, no se aplica lo de "un ciudadano, un voto", sino un método que permite componendas de última hora y, desde luego, no garantiza que una mayoría electoral se traduzca en la elección de un presidente.

¿Alguna pregunta acerca de las razones del bloqueo político estadounidense? El bipartidismo tiene la permanencia asegurada. Por tanto, difícil resulta imaginar que haya una brecha para la entrada de nuevas políticas y nuevas ideologías.

Conclusiones inevitables: la superpotencia pierde su hegemonía. China ya no es el rival a vencer sino la potencia competidora que se está imponiendo (una referencia reciente en los medios: "El informe militar más duro de EEUU: por qué China les ha superado tecnológicamente"). La sociedad norteamericana ya es solamente ejemplar para los miserables perseguidos en sus países de origen; para quienes han tenido otra trayectoria de vida deja de ser un objetivo e incluso los que algún día triunfaron allí van decidiendo que es mejor emigrar. La fulgurante carrera individual del self-made-man ha llegado a su fin en ese medio; los triunfadores se mueven a otra escala, más allá de las fronteras de los EEUU. La economía disuelta en la globalización es cada vez menos capaz de garantizar siquiera el bienestar material que era el "sueño americano". Si al colapso de la industria le sigue el bloqueo de los servicios, todo ello dentro de una traslación masiva de actividades económicas a otros países, solo quedan para avanzar algunos sectores, dominados por las llamadas "plataformas", muy propensas a funcionar como burbujas y, en todo caso, a operar a escala supra nacional. Todas las epidemias conocidas van arrasando a la población, comenzando por abajo pero ascendiendo en la escala social: el hambre es de pobres, las armas son de clases medias blancas, las drogas ya son más transversales y la pandemia del coronavirus ataca más bien por abajo pero muestra una clara propensión a subir peldaños a medida que se extiende.

Una columnista titula el 29 de junio, en un medio online español, USA, un Estado fallido frente al virus. Precisamente, este enfoque es el que intento superar. Se asemeja demasiado a lo que se repite a propósito de la gran "crisis" económica que vive todo Occidente; la pandemia "está en el origen de ...". No, rotundamente no. La pandemia acelera un proceso de reconducción general del sistema que ya estaba en marcha y pone en evidencia que el Estado norteamericano es incapaz de asumir importantes responsabilidades sociales. Dicho de manera rotunda, EEUU es un Estado fallido para la mayor parte de su sociedad y ésta, o al menos los ciudadanos más conscientes, no disponen de vías de cuestionamiento del sistema más allá de alguna algarada ocasional.

Peor aún con la pandemia. Y peor aún con Trump. Pero la pandemia y Trump operan sobre un terreno abonado, de manera que la desaparición de ambos no garantiza en absoluto el desbloqueo político y la recuperación social.

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Jacinto Vaello Hahn es socio de infoLibre


La Unión soviética fue desmantelada por arriba,operación pagada a gorbi,por la CIA,y el Pentagono

 sinapsis

Mijail Gorbachov se confiesa: ‘El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo’

El documento que presentamos a continuación fue publicado el 21 de septiembre de 2017 en el Heraldo Cubano por Arthur Gonzales. En esta publicación aparecen las confesiones de Mihail Gorbachov, ex-jefe de Gobierno soviético y ex-Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), en una conferencia dictada el año 2000 en la Universidad americana de Turquía.

Hoy, a más de 17 años de la “confesión” de Gorbachov, comparamos la realidad de la vida y la acción del más descarado e insigne traidor que fue Gorbachov al infiltrarse en el PCUS para destruir la Unión Soviética, el Partido Comunista y todo el experimento de construcción socialista.

El documento pone en el ridículo más grande a los que, en la época, profirieron alabanzas y expresiones de “admiración socialista” a la Perestroika, como el caso paradigmático de Martha Harnecker y Kiva Maidanik, que llegaron a editar un mamotreto de alabanzas al “experimento” denominándolo como “LA REVOLUCIÓN DE LAS ESPERANZAS” en 1987; así como de los “comunistas” revisionistas, nacionalistas y trotskistas de tierra adentro: Marcos Domic, Filemón Escobar, Guillermo Bedregal, Jorge Lazarte y Pablo Solón que en un artículo de un diario boliviano declararon con el título de “El Fin de la Historia y la Perestroika” el 15. De octubre de 1989, su admiración por la Perestroika, desde distintas posiciones sus alabanzas a Gorbachov y a su Perestroika como la superación del Leninismo y del Marxismo, cuando en realidad era, precisamente TODO LO CONTRARIO, ES DECIR EL COMIENZO DEL FIN DEL SOCIALISMO, del Partido Comunista, del campo socialista por la infiltración más inédita y cínica de todos los tiempos.

Nuestro Partido, en fecha 15 de octubre de 1989, denunció valientemente el carácter anti-socialista, anticomunista y retrógrado de la Perestroika y la Glasnost. En consecuencia, constatamos que, una vez más, tuvimos toda la razón cuando combatimos ese engendro reaccionario como continuación de la traición de Nikita S. Jruschov en 1956.

MIJAÍL GORBACHOV SE CONFIESA

“El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo”

Arthur González
El Heraldo Cubano

Gorbachov confesó durante un discurso en la universidad norteamericana de Turquía:

“El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo… mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo […] para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y Shevardnadze”.

Recientemente la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que “el magnate financiero George Soros y la CIA, ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS”.

Sobre ellos el analista y ex empleado de la NSA, Agencia de Seguridad Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario George Soros, proporcionó en 1987 cobertura económica, al gobierno de Mijaíl Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de Estudios de Seguridad Este-Oeste, IEWSS, por sus siglas en inglés.

La información expone que Soros y la CIA promovieron la difusión de dos términos orquestados desde Occidente en aquellos años, la “Perestroika” (apertura) y la “Glasnost” (transparencia) para que ambas sirvieran como ente desestabilizador en acelerar la desaparición de la URSS.

Esos documentos de la CIA prueban que lo sucedido no fue producto de un acto “espontáneo y democratizador” de Gorbachov, debido a que el sistema socialista estaba “agotado y quebrantado”, como quieren hacerle creer al mundo.

En Turquía el propio Gorbachov afirmó:

“Para lograrlo aproveché mi posición en el Partido y en el país, tuve que sustituir a toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como a la dirección de todos los países socialistas de Europa”.

La verdad es que fue la CIA con el dinero de la Organización Soros, quien diseñó y ejecutó esa gran operación, con todo el apoyo del entonces líder soviético.

Gorbachov con Bush padre, ambos jugaron el papel de sepultureros de la URSS

El ex analista Wayne Madsen asegura que el plan diseñado para eliminar el bloque socialista de Europa oriental, fue organizado por dos copresidentes del IEWWS de Soros, Joseph Nye, economista de Harvard, y Withney MacMillan, presidente del agro multinacional Cargill, quien había mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética en los años setenta del siglo XX.

No satisfechos con los resultados alcanzados, en 1991 la CIA y Soros centraron sus esfuerzos en provocar un fuerte golpe en la nueva Federación de Rusia, estimulando el separatismo en sus regiones con el fin de debilitarla al máximo.

El informe de Nye y MacMillan, augura el fin de la Unión Soviética y los elementos del nuevo modelo para las futuras relaciones de Moscú con Estados Unidos, para pasar a la era capitalista, y, según ellos, “cualquier nueva evaluación de las relaciones de Occidente con una Unión Soviética aperturista, tiene que partir de una posición de fuerza en vez de un equilibrio de poder”.

El informe del IEWWS fechado en 1987, y su aplicación práctica, fue una forma incruenta de ir despedazando a la URSS por etapas.

En dicho documento se exhorta a Occidente a tomar ventajas respecto de la agonizante Unión Soviética, en el nuevo mapa geopolítico que se avecinaba, en particular en el Tercer Mundo, un área que hasta entonces había sido de influencia soviética.

Madsen apunta que Soros y sus aliadas organizaciones de “derechos humanos”, trabajaron activamente para destruir la Federación de Rusia, apoyaron los movimientos independentistas en Kuzbass (Siberia), a través de los derechistas alemanes que buscaban restaurar Königsberg y Prusia Oriental, y estos financiaron a nacionalistas lituanos y de otras repúblicas autónomas y regiones como Tartaristán, Osetia del Norte, Ingushetia, Chechenia, entre otras, con el propósito de estimular el separatismo en las llamadas Repúblicas Autónomas Socialistas Soviéticas.

La actividad injerencista de Soros contra Rusia no se ha detenido, se ha incrementado provocativamente a través de sus bases operativas repartidas en los territorios aledaños, en particular Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Suecia, Moldavia, Georgia, Azerbaiyán, Turquía, Rumania, Mongolia, Kirguistán, Kazajstán, Tayikistán y Uzbekistán, unido a grupos de corte terroristas en coalición con fascistas ucranianos y neonazis moldavos sionistas.

Recientemente, el presidente ruso Vladimir Putin, expulsó a varias organizaciones de Soros como, la Fundación Open Society Foundation y otras ONG de la CIA que operaban en similares circunstancias en territorio ruso, incluidas la NED (Fundación Nacional para la Democracia), el Instituto Republicano Internacional, la Fundación MacArthur y la Freedom House, considerándolas como indeseables y una amenaza para la seguridad del Estado ruso.

No por gusto Mijaíl Gorbachov fue premiado con el Nobel de la Paz, pues siguió diligentemente las orientaciones de la CIA y de George Soros.

La CIA no descansa y pretende eliminar todo vestigio de socialismo en la tierra, por eso sus planes contra Cuba y ahora en Venezuela, donde nada es casual ni por obra y gracias del espíritu santo, pero como dijo San Juan: 8-32, “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

Por eso cada día el mundo comprueba de lo que son capaces los yanquis para lograr sus intereses hegemónicos y las mentiras que tejen, creando patrones preconcebidos entre las grandes masas mediante sus campañas de prensa; de ahí que sabiamente José Martí afirmara: “Hallar una verdad regocija tanto como ver nacer un hijo”.

Fuente: Diario Octubre